Por Wilkie Delgado Correa*
Estamos
en septiembre, un mes que tiene mucho significado para el pueblo
estadounidense pues le recuerda el atroz acto terrorista contra las
Torres Gemelas y la secuela de miles de muertos y otros miles de seres
humanos heridos y traumatizados psicológicamente. Es uno de estos
sucesos que ninguna nación desearía tener que recordar ya que se trata
de una experiencia horrenda y muy traumática para todos sus habitantes.
Pienso también que en todas partes del mundo este acontecimiento tiene
igual connotación, pues nunca pueden ser justificables el crimen y el
terror.
En
territorio de los EE.UU desanduvieron los terroristas que se
entrenaron, planificaron, prepararon y ejecutaron los actos del 11 de
septiembre. Sus andanzas llamaron la atención de agentes del FBI y
memorándum sobre el potencial peligro para la seguridad del país
llegaron a la máxima instancia de la agencia y del gobierno, en
particular de George W. Bush. Sin embargo, a pesar de esos avisos de
alerta previos, nada se hizo para detener a los terroristas y evitar sus
acciones destructivas el 11 de septiembre de 2001. Ni el presidente ni
ningún funcionario pagaron sus culpas penalmente por la inacción y la
actitud omisa.
Desde
mucho antes, pero desde muchos de decenas de años antes, en el
territorio de los EE.UU han desandado como “Pedro por su casa” -es un
decir pero es una verdad- cuantos terroristas cumplieron el triste y
trágico protagonismo de planificar, preparar y ejecutar actos
terroristas, no un día señalado, sino cualquier día y mes y año durante
un lapso de más de cincuenta años. Aún se pasean libremente por Miami y
otras ciudades, mientras se pavonean por sus viles acciones y disfrutan
no solamente de la libertad, sino también de las riquezas y prebendas
que merecen por las mismas, a pesar de que ellos han causado más muertes
y heridos que los de las Torres Gemelas. ¡Vaya manera del ejercicio de
la justicia en tales lares!
En
un momento de frenesí, estos terroristas concibieron planes de diversos
tipos contra Cuba -incluyendo el derribo de aviones- que debían
desarrollarse tanto fuera como dentro del territorio nacional. Fidel
Castro hizo llegar, a través del Premio Nobel Gabriel García Márquez,
un mensaje claro de la naturaleza y peligrosidad de los mismos, que
debía transmitirse al presidente Clinton. La delegación del FBI enviada a
la Habana con prontitud inusual, en junio de 1998, fue informada
prolijamente sobre las acciones planificadas y los personajes
terroristas involucrados.
No
obstante, a pesar de que esta información llegó hasta las máximas
autoridades de la seguridad nacional y del gobierno, en particular del
presidente William Clinton, nada se hizo contra los terroristas
denunciados, y hoy viven disfrutando libertad y vociferando amenazas en
territorio norteamericano. Al contrario, los agentes del FBI actuaron
diligentemente, escudriñando tierra y cielo, para localizar a los 5
antiterroristas que monitoreaban tales actos, y le apresaron el 12 de
septiembre de ese mismo año.
Increíblemente,
a los 14 años de aquella detención, y después de un proceso judicial
largo, espurio y vengativo, aún cuatro de ellos permanecen en prisiones
federales cumpliendo largas condenas y uno está en libertad supervisada
durante 3 años sin que se le conceda la posibilidad de regresar a Cuba.
Ahora,
en este mismo momento, mire la hora en su reloj. En dependencia del
sitio y país donde se encuentre, pudiera coincidir la hora con la mía,
puede variar la hora, desde una a varias horas antes o después, e
incluso puede ser otro el día. Pueden cambiar muchas cosas de la vida
cotidiana de un ciudadano cualquiera en uno u otro país. Puede que unos
novios se declaren el amor en el banco de un parque, que estudiantes
inicien sus clases o sus protestas, que los obreros desempeñen los
oficios más simples y complejos, que los desocupados no sepan qué hacer
con sus vidas miserables, que los profesionales hagan gala de sus
conocimientos y pericia, que algunos seres humanos mueran por los actos
que otros seres ciegos de odio han desatado en forma horrenda, que
millones duerman, trabajen, festejen, sufran, según el caso, que en un
lugar la tierra se derrita de calor y en otro la nieve estorbe y
mortifique. Todo eso, y mucho más, puede suceder.
Sin
embargo, lo que no cambiará sin duda es la vida, con la misma monotonía
y martirio, en una prisión, de unos presos excepcionales, considerados
Héroes por su hombría generosa y estoica y sus fines nobles. Esta
existencia se vuelve más difícil cuando se tiene la certeza y la
convicción de que se cumple una condena injusta y vengativa.
Por
eso hoy les propongo realizar una búsqueda que nos lleve a las
prisiones federales donde Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio cumplen sus
penas, y donde René cumplió la suya antes de ser liberado. Tendremos
que encontrarlos dentro de una población penal total de 218, 506 presos
en todas las prisiones federales de EE.UU, según el reporte semanal de
fecha 30 de agosto, que tomaremos como referencia.
Empecemos
por Antonio Guerrero que hoy se aloja en una celda de la Prisión
Federal de Marianna, calificada de seguridad media, y que está
localizada en la Florida, a 5 millas al norte de la ciudad de Marianna y
a 65 millas al oeste de Tallahasee.
Preguntemos
por el preso Antonio Guerrero. Por allí han pasado ocho de igual
nombre, todos blancos, seis de los cuales ya han sido liberados y uno
trasladado, y sólo permanece allí el que nos interesa, el cubano, que es
ingeniero civil, pintor y poeta, y que aparece registrado en el listado
de esta manera: 3. Nombre: ANTONIO GUERRERO, número de registro
58741-004, de 53 años, blanco, con fecha de liberación el 18 de
septiembre del 2017.
Pero
como Tony fue trasladado recientemente a esta prisión proveniente de la
Prisión Federal de Florence, donde ha cumplido la mayor parte de su
condena, nos dirigimos hacia allí para comprobar si aún queda alguna
huella de su presencia. Está localizada en Colorado en State Highway a
67,90 millas al sur de Denver, a 45 millas al sur de Colorado Springs, y
40 millas al oeste de Pueblo. Por allí pasaron tres reos del mismo
nombre, y dos han sido liberados. Los datos generales de Tony aparecen
así: 2. ANTONIO GUERRERO, y el resto son los ya referidos en la Prisión
de Marianna. Se señala su traslado hacia esta cárcel.
También
seguimos tras las huellas de René González que guardó prisión en
Marianna. Allí aparecen registrado trece presos de igual nombre, todos
blancos, la mayoría han sido liberados, cuatro han sido trasladados y el
René nuestro, el piloto de aviación, aparece registrado así: 6. RENÉ
GONZALEZ, no. de registro 58738-004, de 56 años de edad, blanco,
liberado el 10 de julio del 2011. Su paradero en Miami, cumpliendo la
condena absurda de 3 años de libertad supervisada, fue imposible
encontrarlo por obvias razones de seguridad personal y explicables
medidas preventivas contra las mafias terroristas.
Ahora
visitaremos a Fernando González Llort en la Prisión Federal de Saffort,
que es una instalación penitenciaria de baja seguridad. Está situada en
el sudeste de Arizona, a 7 millas de la ciudad de Safford, a 127 millas
al nordeste de Tucson y a 165 al este de Fénix. Fue imposible
encontrarlo por su nombre verdadero. Por tanto, el preso que todos
conocemos como Fernando González Llort, el cubano Licenciado en
Relaciones Internacionales, no existe en los registros. Por eso tuvimos
que ayudarnos del alias Rubén Campa y descubrimos que existe uno solo
con ese nombre y sus datos generales son: RUBEN CAMPA, no. de registro
58733-004, de 49 años de edad, blanco y con fecha de liberación para el
27 de febrero del 2014.
Acto
seguido, es hora de visitar a Ramón Labañino en la Penitenciaría de
alta seguridad de MacCreary. Se localiza aproximadamente a 88 millas al
norte de Knoxille, Tennessee, a 125 millas al sur de Lexington, Kentucky
y a 208 millas al sur de Cincinnati, Ohio. Al igual que con Fernando,
nos pasa lo mismo con Ramón. No aparece registrado con su nombre
verdadero el cubano preso y Licenciado en Economía. Así que tuvimos que
recurrir al alias de Luis Medina, y entonces descubrimos a cinco
registrados con ese nombre, tres de los cuales han sido liberados. Y el
Luis Medina, Ramón Labañino para nosotros, aparece con los datos
generales siguientes: 2. LUIS MEDINA III, No. de registro 58734-004, de
49 años, blanco, con fecha de liberación para el 30 de octubre de 2024 y
se ubica en la instalación de JESUP.
Y
ahora nos queda un largo recorrido hasta Victorville donde guarda
prisión Gerardo Hernández, Licenciado en Relaciones Internacionales y
dibujante. Es una instalación de alta seguridad. Se localiza en
Adelanto, California, aproximadamente a 85 millas al noreste de los
Ángeles en la Interstate 15. Aparecen registrados cinco Gerardo
Hernández, todos blancos, y cuatro han sido liberados. Nuestro Gerardo
aparece registrado así: 2. GERARDO HERNANEZ, No. de registro 58739-004,
de 47 años de edad, blanco y una condena de por vida.
Quizás
ahora podamos comprender el largo y complicado recorrido que han debido
y deben realizar los familiares de los Cinco, en especial las madres,
ya ancianas, para visitarles en prisión desde Cuba. Un viaje que, no
obstante, se espera con ansiedad y esperanza, pues les conceden la visa
para la entrada a los EE.UU en periodos muy dilatados y, en particular a
dos mujeres, a Olga y Adriana, esposas respectivas de René y Gerardo,
les ha sido negado siempre con una decisión impía y alienada.
Finalmente
Ud. podrá preguntarse y preguntar qué hacen estos 5 cubanos
antiterroristas cumpliendo esas sanciones en los Estados Unidos, por qué
aún permanecen en las prisiones federales con estas definiciones
carcelarias: Antonio Guerrero (con fecha de liberación el 18 de
septiembre del 2017) y 3 años adicionales de libertad supervisada;
Fernando González (con fecha de liberación para el 27 de febrero del
2014); Ramón Labañino (con fecha de liberación para el 30 de octubre de
2024); Gerardo Hernández (sin fecha de liberación pues está condenado de
por vida a dos cadenas perpetuas más 15 años).
¿Es
aceptable para la conciencia humana esta realidad atroz? ¿No podrá la
injusticia más despiadada, ser vencida por una justicia generosa y
racional? ¿Permanecerá el presidente Obama como un témpano de acero sin
ejercer el perdón presidencial o indulto, que sería justicia en estos
casos? ¿Se escuchará al fin en la Casa Blanca el clamor universal por la
liberación inmediata de los 5 cubanos antiterroristas?
Son
tantas las interrogantes posibles, que no se me ocurre otra cosa que
decirles que todo lo que puedan hacer por esta causa justa y noble, debe
hacerse ahora y siempre, porque hay que tener fe en que lo mejor del
hombre, hoy y mañana, prevalecerá. Es necesario lograr que los barrotes
de las prisiones federales de los Estados Unidos dejen en libertad a
estos hombres, de tal manera que podamos comprobar mañana en los
registros de las mismas esta nota oficial: LOCATION (RELEASED), o sea,
SITUACIÓN (LIBERADO).
A
14 años de una prisión nefasta e inconcebible, hay derecho legítimo a
una esperanza imbatible. Removamos tierra y cielo para convertirla en
una realidad tangible.
*Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba
Imagen agregada RCBáez
No hay comentarios:
Publicar un comentario