Por Félix Povedano Mínguez-Tercera Información
Mirta Rodríguez es la madre de Antonio Guerrero, uno de los Cinco cubanos que fueron apresados en EEUU cuando realizaban labores de lucha antiterrorista. Aquello sucedió en 1998; desde entonces permanecen presos en el Estado de Florida. Mirta denuncia el “hostigamiento de una prensa cruel” hacia los Cinco y advierte de que el conflicto político entre EEUU y Cuba –en el que se enmarca la detención de los Cinco antiterroristas- acabará solamente cuando los grupos de opositores cubanos en Miami dejen de controlar la Justicia y los Gobiernos norteamericanos.
¿Cuál
era realmente la misión que Antonio Guerrero y sus cuatro compañeros
estaban realizando en EEUU cuando les detuvieron, en 1998?
Ellos fueron a la guarida en donde están todos los grupos de terroristas, de cubanos desafectos de la revolución que emigraron a Miami cuando ésta triunfó y que desde ese instante hicieron todo lo posible por formar grupos para derrocar al Gobierno revolucionario; lo cual no pudo ser y no podrá ser jamás porque es un Gobierno del pueblo, pero eso nadie lo entiende, nada más lo entendemos nosotros, que lo defendemos, lo vivimos y lo protegemos.
¿El objetivo era, por tanto, infiltrarse dentro de esos grupos?
Sí. En los 90, Cuba sufrió agresiones biológicas y de todo tipo, hubo una epidemia por una bacteria que se extendió a lo largo y ancho del país, las muertes fueron de niños y personas mayores, fue una campaña muy fuerte que logramos vencerla a costa de grandes peleas humanas.
(Interviene Luis Morlote Rivas, diputado de la Asamblea Nacional de Cuba) “Hay una cosa que han distorsionado los medios norteamericanos. Los Cinco no estaban allí infiltrados para actuar contra el Gobierno de EEUU, y sin embargo lo que se ha vendido es que eran gente que actuaba contra la seguridad nacional, y no era así. Los Cinco estaban allí infiltrados en organizaciones terroristas anticubanas, que no son gubernamentales, y ahí hay una demostración de que el Gobierno de EEUU, evidentemente, los apoya”.
Sí, a eso iba ¿Por qué el Gobierno estadounidense no atiende a esa realidad? ¿Tiene vínculos con esos grupos? ¿Recibe presiones?
(Continúa Luis Morlote) “Tiene vínculos. Hay un lobby anticubano de mucho poder, sobre todo en el Estado de Florida, que tiene una relación con los republicanos muy intensa. Eso es también un tema de política interna de allí”.
Mirta: Nunca quiso el Gobierno de EEUU reconocer la necesidad que tenía el Estado cubano en los años 90 de infiltrar hombres como nuestros hijos, que no fueron a hacerle daño a la seguridad nacional, que fueron solamente a vigilar, y las informaciones, en el gran porciento, todas fueron públicas, no hubo violación de espionaje de ninguna clase. Todavía en 2009 la jueza no pudo probar nada de documentación porque no existe, pero ella los castiga porque dice que “había una intención”. Fíjate que por eso, la acusación de nuestros hijos no es de espionaje, es de conspiración. La palabra conspiración en el sistema jurídico de EEUU abarca todo: tú no lo hiciste, pero como yo pienso que tú lo hiciste…
Entonces, el cargo contra su hijo es exactamente de conspiración…
Conspiración para cometer espionaje
¿Y la pena?
Bueno, en un inicio, que fue la violación más brutal, le impusieron una cadena perpetua más diez años, pero en una resentencia que se hizo en octubre de 2009, le aplicaron 21 años y diez meses, con un arrastre, que tenía desde el primer juicio, de libertad supervisada de cinco años por haber nacido en EEUU. Él nació allí, pero es cubano porque vino a Cuba a los 35 días de nacer. Nació en octubre del 58 y en noviembre yo estaba ya entrando en Cuba.
¿Qué irregularidades ha habido en el proceso?
Cuando empezó el juicio, el Gobierno inventó una recopilación de documentos que podía ser desde una receta médica hasta el negativo de una fotografía de los hijos de ellos mismos, pero el problema es el volumen, por el cual dice el Gobierno de EEUU dice que esas pruebas tienen que estar en un estatus de seguridad y al que no puede acceder ninguno de nuestros abogados. Nuestros hijos no saben de qué se les acusa con eso, qué hay ahí adentro…Y es que no hay nada.
En 2005, en un panel de apelación de tres jueces que analiza todas las transcripciones de nuestro juicio, celebrado en 2001, se llega a la conclusión de que fueron violados todos los derechos, y que además jamás se podría haber hecho un juicio justo en la ciudad de Miami a cinco cubanos. Esos tres jueces, por unanimidad, le exigen al Gobierno que ordene un nuevo juicio y revoque la sentencia. Dicen que allí no podría haber un juicio justo porque existen organizaciones opositoras, como Los hermanos al rescate o Alba 66, y le hacen un listado de todo. Sin embargo, el Gobierno, en la presencia de la Fiscalía, hace una apelación al nivel superior del panel. Cuando llega el panel nuevo, éste ya está dominado por Bush y se revoca la unanimidad de aquellos tres jueces. En ese nuevo momento se posicionan 9 jueces contra nuestros hijos y dos a favor.
Otra violación se vio cuando el abogado de mi hijo le dijo a la jueza que, por favor, lo mirara como a un hombre y no como a una nación y que le presentara las pruebas contra su defendido. La jueza respondió que no tenía pruebas que presentar, pero que estaba segura de que era su intención (la de cometer el delito).
El juicio dura siete meses, se violaron todos los derechos civiles y humanos. Un cargo que le hacen a uno de nuestros hijos (en referencia a otro de los presos), Gerardo Hernández, a los cinco meses de haber empezado el juicio, es el del derribo de unas avionetas, que es un derecho de Cuba y fue el Gobierno el que lo hizo.
¿Esas avionetas, que eran de un grupo opositor, estaban sobrevolando territorio cubano?
Claro que era territorio cubano, eso se pudo comprobar, estaban ahí los satélites nuestros, todo eso se probó. La muestra más clara es que se le está pidiendo al Gobierno de EEUU que saque la filmación del satélite, los datos del satélite –que los tiene- y no los quiere dar. Si ellos estuvieran convencidos de que no fue así, habrían aportado las pruebas. Se les ha pedido reiteradamente. Ahí se evidencia que es un caso político. Ellos ven a nuestros hijos como agentes del Gobierno revolucionario que fueron allí a cometer espionaje y ésa no es la verdad, ésa no fue la razón. Fueron a combatir a esos grupos que aplican el terrorismo en Cuba. Eso está evidenciado.
¿El caso de René González, que está ahora bajo libertad supervisada en EEUU, le trajo esperanza?
No, pero es que René no es libre. Cuando se otorga a alguien libertad supervisada es con vistas a reintegrarlo en la sociedad, a su familia, a su trabajo, que sea un hombre libre, y ver su comportamiento en libertad. René está obligado a permanecer en Florida, no puede transitar porque no tiene licencia de conducción, no puede regresar a Cuba, donde está su familia. Se presentó una moción antes de él salir para que la jueza le permitiera regresar a Cuba y ahora hay que esperar un año para ver si la jueza lo acepta. Él vino a Cuba 15 días para ver a su hermano, que está en una fase terminal. Le dejaron venir esos días porque es su derecho, pero estuvo en Cuba con limitaciones, el pueblo cubano no lo vio porque, si lo veía, René incurría en desacato de lo que se le había ordenado. Por principios, a los 15 días regresó, porque él no tiene por qué incumplir ninguna norma, aunque las están incumpliendo con él; nosotros somos así, nuestras leyes no han enseñado a cumplir los deberes.
¿En el caso de su hijo, están planteando o han planteado alguna nueva apelación legal?
El año pasado, se presentó un recurso colateral, en el mismo Miami, en el mismo ambiente. Era una moción de los Cinco, un habeas corpus, por el que hay que presentar nuevas pruebas. Lo que se presentó fueron pruebas de periodistas contratados por el Gobierno de EEUU (de Bush entonces) para manipular sobre el caso. Estamos esperando respuesta.
Nuestro caso está parado en ese habeas corpus. Aparte, en junio, se pidió una vista oral de Gerardo Hernández. En mayo, las esposas de Gerardo y de René presentaron una nueva solicitud de visa y les contestaron que en esos momentos no tenían respuesta.
¿Cómo es la comunicación con los presos?
Empezaron siendo una vez al año, año y medio o a veces cada dos años. Sin embargo, con Obama ha habido un cambio por el cual se puede ir dos veces por año. El año pasado fui en octubre y después en febrero. Ahora volvió a aplicarse esa norma. Quiero ir de agosto a septiembre. La visa nos la dan por un mes. Antonio tiene tres días por semana. Sin embargo, yo generalmente permanezco allí sólo tres semanas (nueve visitas en total durante el tiempo que pasa en EEUU), por el temor de que el clima me impida volver en tiempo y forma y para no dañar el permiso de entrada y que me impidan realizar otra visita.
¿Ustedes perciben diferencias entre gobiernos republicanos y demócratas?
Ahí no hay diferencias. Los problemas entre EEUU y Cuba se resolverán cuando la comunidad cubano-americana deje de dirigir la Justicia de EEUU y de posicionar a su Gobierno contra nuestro país.
¿Y no teme que con una vuelta al poder de los republicanos se recrudezca la situación, se limiten más las visitas...?
Imagínatelo. Es que para nosotros los cambios nunca han sido favorables. Yo tengo una razón, una verdad, y por ella voy a luchar hasta el fin del mundo y hasta el último día de mi vida porque se ha cometido una violación de derechos de todas las maneras. Es un ensañamiento político que lo tienen que resolver los gobiernos, pero ellos solitos no lo van a hacer; quien puede que lo resuelva es la voz del mundo reclamando contra esta injusticia. La realidad es que los presidentes en EEUU se deben a todos esos cubanos que se fueron de Cuba ricos y ahora son multimillonarios. Si termina este debate entre Cuba y EEUU, esa gente lo pierde todo.
¿Entonces su esperanza está más bien en que haya alguna campaña de apoyo internacional?
Por supuesto, por supuesto, ésa es la lucha, es lo único que va a salvar esta historia ¿Por qué te crees que estoy yo aquí? Me trajeron los Amigos de la Solidaridad. Acabamos de venir de Sevilla, donde nos recibió el Parlamento de allí. Dicen que nos van a ayudar y no es el primer parlamento que nos respalda. Tenemos presidentes que nos están apoyando, premios nobel y ahora, también organizaciones religiosas. Nuestros hijos han logrado unir a todas las religiones de Cuba en apoyo a esta causa. Ésas son las esperanzas que tenemos. Yo, en representación de mi hijo y de las cinco familias, te digo con toda la honestidad, ustedes son nuestra esperanza.
[Fotos: Ter García]
Tomado de Tercera Información
Ellos fueron a la guarida en donde están todos los grupos de terroristas, de cubanos desafectos de la revolución que emigraron a Miami cuando ésta triunfó y que desde ese instante hicieron todo lo posible por formar grupos para derrocar al Gobierno revolucionario; lo cual no pudo ser y no podrá ser jamás porque es un Gobierno del pueblo, pero eso nadie lo entiende, nada más lo entendemos nosotros, que lo defendemos, lo vivimos y lo protegemos.
¿El objetivo era, por tanto, infiltrarse dentro de esos grupos?
Sí. En los 90, Cuba sufrió agresiones biológicas y de todo tipo, hubo una epidemia por una bacteria que se extendió a lo largo y ancho del país, las muertes fueron de niños y personas mayores, fue una campaña muy fuerte que logramos vencerla a costa de grandes peleas humanas.
(Interviene Luis Morlote Rivas, diputado de la Asamblea Nacional de Cuba) “Hay una cosa que han distorsionado los medios norteamericanos. Los Cinco no estaban allí infiltrados para actuar contra el Gobierno de EEUU, y sin embargo lo que se ha vendido es que eran gente que actuaba contra la seguridad nacional, y no era así. Los Cinco estaban allí infiltrados en organizaciones terroristas anticubanas, que no son gubernamentales, y ahí hay una demostración de que el Gobierno de EEUU, evidentemente, los apoya”.
Sí, a eso iba ¿Por qué el Gobierno estadounidense no atiende a esa realidad? ¿Tiene vínculos con esos grupos? ¿Recibe presiones?
(Continúa Luis Morlote) “Tiene vínculos. Hay un lobby anticubano de mucho poder, sobre todo en el Estado de Florida, que tiene una relación con los republicanos muy intensa. Eso es también un tema de política interna de allí”.
Mirta: Nunca quiso el Gobierno de EEUU reconocer la necesidad que tenía el Estado cubano en los años 90 de infiltrar hombres como nuestros hijos, que no fueron a hacerle daño a la seguridad nacional, que fueron solamente a vigilar, y las informaciones, en el gran porciento, todas fueron públicas, no hubo violación de espionaje de ninguna clase. Todavía en 2009 la jueza no pudo probar nada de documentación porque no existe, pero ella los castiga porque dice que “había una intención”. Fíjate que por eso, la acusación de nuestros hijos no es de espionaje, es de conspiración. La palabra conspiración en el sistema jurídico de EEUU abarca todo: tú no lo hiciste, pero como yo pienso que tú lo hiciste…
Entonces, el cargo contra su hijo es exactamente de conspiración…
Conspiración para cometer espionaje
¿Y la pena?
Bueno, en un inicio, que fue la violación más brutal, le impusieron una cadena perpetua más diez años, pero en una resentencia que se hizo en octubre de 2009, le aplicaron 21 años y diez meses, con un arrastre, que tenía desde el primer juicio, de libertad supervisada de cinco años por haber nacido en EEUU. Él nació allí, pero es cubano porque vino a Cuba a los 35 días de nacer. Nació en octubre del 58 y en noviembre yo estaba ya entrando en Cuba.
¿Qué irregularidades ha habido en el proceso?
Cuando empezó el juicio, el Gobierno inventó una recopilación de documentos que podía ser desde una receta médica hasta el negativo de una fotografía de los hijos de ellos mismos, pero el problema es el volumen, por el cual dice el Gobierno de EEUU dice que esas pruebas tienen que estar en un estatus de seguridad y al que no puede acceder ninguno de nuestros abogados. Nuestros hijos no saben de qué se les acusa con eso, qué hay ahí adentro…Y es que no hay nada.
En 2005, en un panel de apelación de tres jueces que analiza todas las transcripciones de nuestro juicio, celebrado en 2001, se llega a la conclusión de que fueron violados todos los derechos, y que además jamás se podría haber hecho un juicio justo en la ciudad de Miami a cinco cubanos. Esos tres jueces, por unanimidad, le exigen al Gobierno que ordene un nuevo juicio y revoque la sentencia. Dicen que allí no podría haber un juicio justo porque existen organizaciones opositoras, como Los hermanos al rescate o Alba 66, y le hacen un listado de todo. Sin embargo, el Gobierno, en la presencia de la Fiscalía, hace una apelación al nivel superior del panel. Cuando llega el panel nuevo, éste ya está dominado por Bush y se revoca la unanimidad de aquellos tres jueces. En ese nuevo momento se posicionan 9 jueces contra nuestros hijos y dos a favor.
Otra violación se vio cuando el abogado de mi hijo le dijo a la jueza que, por favor, lo mirara como a un hombre y no como a una nación y que le presentara las pruebas contra su defendido. La jueza respondió que no tenía pruebas que presentar, pero que estaba segura de que era su intención (la de cometer el delito).
El juicio dura siete meses, se violaron todos los derechos civiles y humanos. Un cargo que le hacen a uno de nuestros hijos (en referencia a otro de los presos), Gerardo Hernández, a los cinco meses de haber empezado el juicio, es el del derribo de unas avionetas, que es un derecho de Cuba y fue el Gobierno el que lo hizo.
¿Esas avionetas, que eran de un grupo opositor, estaban sobrevolando territorio cubano?
Claro que era territorio cubano, eso se pudo comprobar, estaban ahí los satélites nuestros, todo eso se probó. La muestra más clara es que se le está pidiendo al Gobierno de EEUU que saque la filmación del satélite, los datos del satélite –que los tiene- y no los quiere dar. Si ellos estuvieran convencidos de que no fue así, habrían aportado las pruebas. Se les ha pedido reiteradamente. Ahí se evidencia que es un caso político. Ellos ven a nuestros hijos como agentes del Gobierno revolucionario que fueron allí a cometer espionaje y ésa no es la verdad, ésa no fue la razón. Fueron a combatir a esos grupos que aplican el terrorismo en Cuba. Eso está evidenciado.
¿El caso de René González, que está ahora bajo libertad supervisada en EEUU, le trajo esperanza?
No, pero es que René no es libre. Cuando se otorga a alguien libertad supervisada es con vistas a reintegrarlo en la sociedad, a su familia, a su trabajo, que sea un hombre libre, y ver su comportamiento en libertad. René está obligado a permanecer en Florida, no puede transitar porque no tiene licencia de conducción, no puede regresar a Cuba, donde está su familia. Se presentó una moción antes de él salir para que la jueza le permitiera regresar a Cuba y ahora hay que esperar un año para ver si la jueza lo acepta. Él vino a Cuba 15 días para ver a su hermano, que está en una fase terminal. Le dejaron venir esos días porque es su derecho, pero estuvo en Cuba con limitaciones, el pueblo cubano no lo vio porque, si lo veía, René incurría en desacato de lo que se le había ordenado. Por principios, a los 15 días regresó, porque él no tiene por qué incumplir ninguna norma, aunque las están incumpliendo con él; nosotros somos así, nuestras leyes no han enseñado a cumplir los deberes.
¿En el caso de su hijo, están planteando o han planteado alguna nueva apelación legal?
El año pasado, se presentó un recurso colateral, en el mismo Miami, en el mismo ambiente. Era una moción de los Cinco, un habeas corpus, por el que hay que presentar nuevas pruebas. Lo que se presentó fueron pruebas de periodistas contratados por el Gobierno de EEUU (de Bush entonces) para manipular sobre el caso. Estamos esperando respuesta.
Nuestro caso está parado en ese habeas corpus. Aparte, en junio, se pidió una vista oral de Gerardo Hernández. En mayo, las esposas de Gerardo y de René presentaron una nueva solicitud de visa y les contestaron que en esos momentos no tenían respuesta.
¿Cómo es la comunicación con los presos?
Empezaron siendo una vez al año, año y medio o a veces cada dos años. Sin embargo, con Obama ha habido un cambio por el cual se puede ir dos veces por año. El año pasado fui en octubre y después en febrero. Ahora volvió a aplicarse esa norma. Quiero ir de agosto a septiembre. La visa nos la dan por un mes. Antonio tiene tres días por semana. Sin embargo, yo generalmente permanezco allí sólo tres semanas (nueve visitas en total durante el tiempo que pasa en EEUU), por el temor de que el clima me impida volver en tiempo y forma y para no dañar el permiso de entrada y que me impidan realizar otra visita.
¿Ustedes perciben diferencias entre gobiernos republicanos y demócratas?
Ahí no hay diferencias. Los problemas entre EEUU y Cuba se resolverán cuando la comunidad cubano-americana deje de dirigir la Justicia de EEUU y de posicionar a su Gobierno contra nuestro país.
¿Y no teme que con una vuelta al poder de los republicanos se recrudezca la situación, se limiten más las visitas...?
Imagínatelo. Es que para nosotros los cambios nunca han sido favorables. Yo tengo una razón, una verdad, y por ella voy a luchar hasta el fin del mundo y hasta el último día de mi vida porque se ha cometido una violación de derechos de todas las maneras. Es un ensañamiento político que lo tienen que resolver los gobiernos, pero ellos solitos no lo van a hacer; quien puede que lo resuelva es la voz del mundo reclamando contra esta injusticia. La realidad es que los presidentes en EEUU se deben a todos esos cubanos que se fueron de Cuba ricos y ahora son multimillonarios. Si termina este debate entre Cuba y EEUU, esa gente lo pierde todo.
¿Entonces su esperanza está más bien en que haya alguna campaña de apoyo internacional?
Por supuesto, por supuesto, ésa es la lucha, es lo único que va a salvar esta historia ¿Por qué te crees que estoy yo aquí? Me trajeron los Amigos de la Solidaridad. Acabamos de venir de Sevilla, donde nos recibió el Parlamento de allí. Dicen que nos van a ayudar y no es el primer parlamento que nos respalda. Tenemos presidentes que nos están apoyando, premios nobel y ahora, también organizaciones religiosas. Nuestros hijos han logrado unir a todas las religiones de Cuba en apoyo a esta causa. Ésas son las esperanzas que tenemos. Yo, en representación de mi hijo y de las cinco familias, te digo con toda la honestidad, ustedes son nuestra esperanza.
[Fotos: Ter García]
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