por Adys Cupull y Froilán González
José Martí.
Han transcurrido diez años y las inicuas leyes de los Estados Unidos no han permitido a Olga Salanueva y Adriana Pérez O´Connor llegar hasta las cárceles donde sus esposos, René González y Gerardo Hernández, guardan injusta prisión.
Ellas, de nobleza e intachable moral, han amado, aman y respetan la vida de todos los que habitamos este planeta. Ante la negación, son millones las personas que se conmueven.
Han castigado a Olga y Adriana, ¿por qué justicia, por qué razón?
Por ninguna.
Por esa sinrazón, y por esa injusticia:
pedimos a las autoridad que corresponde en los Estados Unidos, que le sean concedidas las visas norteamericanas para entrar a ese país, que no sean detenidas cuando lleguen al aeropuerto, que sean tratadas con el respeto que merecen las personas honestas que quieren al pueblo de Lincoln.Es imposible olvidar que en el año 2002 a pesar de habérsele otorgado la visa norteamericana a Adriana, no se le permitió entrar al territorio de los Estados Unidos, cuando llegó al aeropuerto de Houston, Texas, fue detenida, aislada, se le incautó su pasaporte, fotografiada, fichada, y sometida a ilegales interrogatorios, hasta la expulsión sin justificación alguna. Penosa y lamentable actuación.
Sancionar el amor es más que terrorismo:
dijo la maestra Andrea Iznaga. Y afirmó: Todo el mundo, y fundamentalmente las mujeres tenemos el deber de defender el derecho de Olga y Adriana, a pedir a las autoridades judiciales de los Estados Unidos que sea analizada esta injusticia.Por otra parte, Katina Casas, licenciada en Historia, señaló que con esa acción se demuestra una vez más que no hay democracia en los Estados Unidos. Las sanciones, conciernen solamente a las personas que son juzgadas, en ningún país se castiga a los familiares del encarcelado. Si Olga y Adriana, no pueden ver a sus compañeros en las prisiones, es una muestra más, reiteró, de que allí no existe una verdadera democracia. Violan los derechos a la vida, al amor.
Sara Inés Fernández, historiadora, enfatizó: En los dos casos, tanto en el de Olga como en el de Adriana, la negativa es la expresión que revela y delata todo el proceso sucio y de crueldad. Lleno de temor está el imperialismo, que tiene que apelar a un proceso tan bajo e inhumano. No le basta tener a los prisioneros, intenta de esta forma, doblegar la entereza y firmeza de sus familiares y de ellos, que ni antes del juicio, ni después, los han podido humillar.
Mercedes Robaina, licenciada en Economía, señaló que es una acción criminal. Es increíble que personas de esta era realicen tales torturas. No permitir que Olga y Adriana visiten a sus esposos en la prisión es una tortura despiadada, monstruosa.
La Señora de los Cuentos, Premio Iberoamericano, Medalla al Mérito en la Oralidad, Haydeé Arteaga, explicó que ninguna sociedad tiene derecho a castigar el amor, por odio, por maldad , prohibirle a Olga y Adriana que visiten a René y Gerardo en las prisiones, es algo arbitrario, algo que va contra todas las leyes. No se debe dejar de luchar, seguiremos luchando hasta lograr que las autoridades de Estados Unidos deroguen esa sanción injusta. Sus vidas forman parte de la historia y la narrativa de un pueblo que no se somete al Imperio y que denuncia al terrorismo que durante más de cuarenta años ha empredido contra Cuba".
Ningún hombre y mujer sensible olvida el acto terrorista a la nave de Cubana de Aviación, ni la protección que le da el Gobierno de Estados Unidos al autor de ese y otros crímenes: Luis Posada Carriles. ¿Dónde la Justicia de Norteamérica? ¿Dónde?
Con las palabras de José Martí cuando escribió la última carta a su madre el 25 de marzo de 1895, cerramos este taller digital, anotó: No son inútiles la verdad y la ternura.
Nosotros también continuaremos con la verdad y la ternura junto a Adriana y Olga para que se alce ante la injusticia, la ley redentora desde los corazones más limpios y puros del sufrido pueblo del Norte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario