martes, 19 de enero de 2016

Historia de un lazo amarillo

Ecos del viaje de Gerardo Hernández a Canarias

 En septiembre de 2013 René González, tras agotar su condena y arañar unos meses a la libertad vigilada que le habían añadido a sus 13 años de presidio, hacía un llamamiento a Cuba, luego extendido al mundo:

"Quiero que el doce de septiembre el país se llene de cintas amarillas..., que esas cintas amarillas no puedan ser ignoradas, que no pueda dejarse de reportar al mundo que el pueblo cubano está esperando por cuatro de sus hijos que están presos en Estados Unidos".

 En Gran Canaria, hubo una cinta amarilla aquel día 12, en la fachada de la que era sede de la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos. La misma cinta, convertida en lazo, estuvo en el escenario de la sala de conciertos Madrid, en la que otro de Los Cinco, Fernando González, apenas 6 meses después de ser liberado, nos daba impulso a las compañeras y compañeros de la solidaridad, venidos de todas partes del Estado Español, para no cesar en la lucha hasta que Gerardo, Ramón y Toni regresaran a Cuba.


 Este sábado, 16 de enero, en la cena en que brindamos por Los Cinco, en la despedida de Gerardo de Canarias, ese lazo fue desatado entre el revolucionario cubano y los amigos que nos habíamos reunido para agasajarlo.
 Ahora lo guardaremos, como las pancartas y los carteles con los que hemos luchado en estos años y que ya no tendremos que usar más.
 (fotos de 2013 y 2016)
Tomado de Facebook

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