Vicente Feliú Miranda
Para Antonio Guerrero
Si un amigo me clama en su tormento,
¿quién fuera yo si no acudiera en vilo;
cuánta vergüenza pendería de un hilo
si el amor al amigo no sustento?
Amistad siempre ofrezco a mis amores,
más allá de las pieles y los jugos.
Amor y amistad, juntos, sin yugos,
son como una rebelión de flores.
Amor para el amigo. Siempre siento
que la amistad merece los colores
de la esperanza pura. Y en el viento
donde las heces soplan sus olores,
en ristre la amistad, vuelan amores
de amigo a amigo. Y créeme: no miento.
Alamar. 8 de septiembre de 2002. 11:55 PM
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