«Me llevo alguna impresión de los momentos de las peñas», manifestó Mirta refiriéndose a la peña cultural La casa como un árbol que cada día cinco, a las 5:00 p.m se realiza en el ICAP. (Fotos: Ramón Barreras Valdés)
Con
voz pausada y segura, Mirta Rodríguez dicta lecciones de amor. En la
sala de la Casa de la Amistad, en Santa Clara, conversó tal como si
fuera en su propio hogar. En el saludo expresó su agradecimiento por la
invitación a compartir con el Grupo provincial de solidaridad con la
causa de los Cinco Héroes porque ella aprovecha todas las oportunidades
para hablar del injusto encierro de quienes nombra «nuestros hijos».
Conmueve, sensibiliza y convence al auditorio de su confianza en el
fin de tanta arbitrariedad. Entre lágrimas y sonrisas, narra los hechos
acontecidos durante estos 14 años. Tiempo en el que a Mirta se le ha
emblanquecido el cabello y ensanchado el alma materna. Segura de que no
son tiempos de llorar, sino de luchar. Su fuerza la multiplica entre
los amigos solidarios que desde varias partes del mundo suman sus voces
en reclamo de libertad para Gerardo, René, Ramón, Fernando y Antonio.
Para los tres últimos se ha solicitado el recurso de Habeas Corpus,
cuyas respuestas deberán emitirse en meses venideros. Sobre las
expectativas, a partir de lo vivido desde el juicio celebrado en
septiembre de 1998, y como incrementar, desde Cuba y a través de la
solidaridad internacional, las presiones a la fiscalía y al presidente
Barack Obama, dialogó Mirta.
«Mis energías están en ustedes»
Durante casi dos horas solo su voz se escuchó. Los presentes, se limitaron a intercambiar gestos de aprobación.
«Los amigos solidarios que vienen a visitarnos se impresionan de cómo
este pueblo resiste. Nuestro pueblo es el motor impulsor de la lucha
internacional en la causa de los Cinco. Una causa demasiado noble por
ser un sacrificio personal de cada uno de ellos que por voluntad propia
quisieron defender a su pueblo en un momento determinado de los años 90.
Una actitud admirable. Nada fácil. Se desprendieron de todo el amor de
sus hogares, los padres, sus hijos y esposas.»
Por ello, entre las sugerencias ofrecidas estuvo verlos como seres
humanos, con virtudes a imitar. Tales valores merecieron en Santa Clara
el reconocimiento a través de una copia fotostática de la orden de Fidel
del 21 de julio de 1957 mediante la que se ascendía al Che al grado de
comandante. Por que los Cinco cumplieron con el juramento pioneril de
ser como el Che cuando decidieron garantizar la seguridad de su pueblo.
«Debemos aprender —refirió Mirta— que estos hombres necesitan de
cada uno de nosotros. Mis energías están basadas en todos ustedes, en la
esperanza de cada uno de ustedes.»
«El movimiento de solidaridad ha crecido»
Desde el 2011, el Comité Internacional en
solidaridad con los cinco inició la campaña Cinco por los Cinco. Se
trata de que el día cinco de cada mes, las personas de buena voluntad
envíen mensajes a la Casa Blanca. El contenido debe estar referido a
solicitar que el presidente Obama firme el indulto para poner en
libertad a los Cinco Héroes.
A partir de la convocatoria, han surgido otras iniciativas en varias
partes del mundo. Cientos de personas se reúnen ese día para expresar
su desacuerdo con el injusto encierro de los cinco antiterroristas,
dignos hijos de Cuba. Al respecto, Mirta considera:
«Es muy bonito tener un día fijo en una campaña internacional, y
parece que no, pero son muy favorables. El movimiento de solidaridad ha
crecido. La gente va a los parlamentos de sus países a solicitar que
apoyen a los cubanos, hay pronunciamientos a favor de la lucha de parte
de las personalidades Premios Nobel de la Paz. Se basan en el interés
por reconocer la verdad.»
Existe satisfacción en las palabras de Mirta en tanto gracias a ese
apoyo mundial la fiscalía norteamericana intentó evitar que se
cuestionara el sistema jurídico de ese país. Aunque solo accedió a
conceder rebajas mínimas a las condenas de Ramón Labañino, Antonio
Guerrero y Fernando González, durante el juicio de resentencia celebrado
en el 2009.
Sin embargo, como afirma Mirta, «hasta ahora no hemos podido vencer el muro de silencio en los Estados Unidos.»
«Sin espacios jurídicos… en pleno combate»
Para esta octogenaria mujer no hay descanso. Su lucha comenzó en
Miami. Allí vivió el inicio del proceso jurídico que más violaciones a
las leyes norteamericanas ha tenido. Ella presenció las decisiones
absurdas contra los cinco, escuchó argumentos sin sentido, expresiones
carentes de pruebas, y hasta la aceptación de la falta de evidencias
para demostrar el daño causado al gobierno de los Estados Unidos.
Razones posee Mirta para afirmar que el jurado no actuó de forma
imparcial, pues nunca aceptó reconocer el estado de necesidad para que
los Cinco permanecieran en ese país, a fin de evitar actos terroristas
contra Cuba y el propio pueblo norteamericano.
«Ellos no mataron a nadie. Cuando los detuvieron no tenían armas, ni
explosivos. Sin embrago, se desarrolla el juicio como una causa
política. Ahora estamos en pleno combate aunque para pedir que se haga
justicia hayamos perdido los espacios jurídicos. Pero seguimos en una
lucha colateral con los habeas corpus. Si bien no es nada judicial,
también puede tener su efecto positivo. Será la misma jueza, el mismo
fiscal y el mismo lugar.
«La opinión pública internacional puede incidir en el resultado.
Esperamos sea reconocer la manipulación del caso por los periodistas
que lograron la tormenta perfecta de difamación durante el juicio en
septiembre de 1998.»
«Solo puede favorecernos unirnos todos para que se haga una buena
bulla para presionar a la jueza y a Obama, como parte de la campaña
internacional Free de Five.»
Con una mezcla de dolor y esperanza, su tono de voz devela las
ansias de ver al hijo y al resto de sus compañeros en casa. Convida a
sumarse a este combate cuando dice: «Mi batalla es a diario. La familia
es la que representa a nuestros hijos y no descansamos. Me siento
satisfecha de ver en lo que me he convertido; una madre de lucha.»
Fuente Blog 5 Hombres Dignos
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