lunes, 21 de junio de 2010

Carta al ICAP: Del Aconcagua al Turquino

Carta al ICAP: Del Aconcagua al Turquino
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Allá por enero, en este 2010, el Embajador de Cuba en Argentina, don Aramís Fuente, nos corrió por izquierda. Como decimos los neuquinos, nos apelotonó. En un tremendo almuerzo que nos había ofrecido, y mientras disfrutábamos de esas grandes charlas que se dan siempre con cubanos, con su camisa arremangada y mientras se acomodaba sus anteojos, nos tira la pelota: "Bueno, ¿ahora que?, ¿al Turquino, eh?"

Nos miramos y sonreímos, y nos volvimos a mirar y alzamos las cejas.

Desde ese caluroso enero porteño en Belgrano hasta este garabato que voy deslizando en esta tarde de mayo en nuestro Alto Valle, se nos metió en la piel, el corazón y en nuestras pequeñas palabras, esa Humanidad que nos alumbra, esa sonrisa eterna de los que Luchan y no se rinden, ese abrazo que da aquel que comparte.


Eso que en los libros de geografía se llama Cuba.

Aun más Cuba en estos tres tipitos que llevan su vida como pueden, que quieren que todos puedan. Que todos alcancen.

Apenas nosotros tres.
¡Qué tiempos estos, que nos acercan y nos espantan!
¡Qué tiempos desesperados y con el vientre lleno de amaneceres que tenemos que hacer crecer!
¡Qué tiempos estos, que tenemos a Cuba!


En poco tiempo de esa charla, ya tomó partido el ICAP, conocido en todo el mundo como esa casa de miles de puertas y ventanas que tiene Cuba en todos esos lugares de nuestra Humanidad.

Así es el ICAP. Para los que aprendimos a conocerlo, es el Instituto Cubano de Amistad Con los Pueblos. Para los que los que aprendimos a quererlo, es nuestra Casa donde más familia nos espera.

Entonces comenzaron los mails con Armando Guerra, ya "Almando" para nosotros. Que cómo armar todo, que cuántos días, que los benditos pasaportes, que si el 1ero de Mayo, que si el 26 de Julio y así, cada palabra escrita, cada "send" en los correos, nos perfilaba un nivel de trabajo y responsabilidad que marcaría nuestra visita: encuentros con los Familiares de los 5, visitas a Museos, la ELAM, Santa Clara, Santiago, el Moncada, Holguín, Bayamo, el Turquino, Palacio de Convenciones, Casa de los Combatientes, Prensa Latina, la AIN y más!.

Tanto para 12 días, como para toda nuestra vida, como todos nuestros sueños.
Tanto como pudiera entenderse nuestra humildad frente a esa tierra que nos invitaba. Nosotros, pequeños y "cualunques" trabajadores, ahora en la puerta grande del país donde mandan los trabajadores.

Quería detenerme en dos actividades programadas.

Una que nos sorprendió, entusiasmo y asombro: resulta que Roberto Molina, el gran Roberto Molina, de Prensa Latina. Roberto nos llamó por teléfono cuando estábamos acá en Argentina, con una noticia que, discúlpenme lo torpe de estas líneas, dicha con su acento cubano-argentino-portugués, fue un hallazgo: toda nuestra vida vamos a recordar que hacíamos en ese momento cuando nos enteramos de que la UPEC nos había entregado la Orden Felix Elmuza.

Y cuando estuvimos ya en La Habana, nos confirman que la ceremonia se haría el 30 de Mayo, con Ricardo Alarcón presente.

¡¡Ricardo Alarcón!!, el Presidente de la Asamblea, el que tantas veces leímos, el que tantas veces vimos en documentales y archivos, el que más sabe de todo sobre Los 5, de política exterior norteamericana, el que hablaba en la ONU, el Profe...

Ricardo Alarcón iba a estar en la ceremonia.

Es que así es nuestro viaje, el de Alcides, el de Santiago, el mío. Así es el viaje a Cuba.
Cuando apenas nos reponíamos de haber conocido a Olga, a Magali, a Adriana, a Elizabeth, a Irma, después de ese abrazo interminable con una de las personas que mas nos ayudo a armar desde EEUU la quijotada del Aconcagua, Alicia Japkro. La gigante de Alicia.
Después de eso, todavía nos esperaba el amor y fraternidad que se llama Graciela (cuanta pasión y entrega! ¡Ojalá se nos pegue algo de Graciela en todos nosotros) en la Casa que atiende a todos los combatientes por y para La Revolución.

Y entonces se nos aparece Alarcón.


Venia caminando con Kenia, que es pura sonrisa y nos lo presenta, y se sienta y dice: "¿¿cómo esta de frió en el Aconcagua, “shico”!??" y que menos que contestar sonriendo.
Si estamos con Alarcón, y recién hacia una noche que habíamos llegado...

También le entregaron la distinción a uno de nuestros ídolos, nada menos que a José Manzaneda, que coordina Cubainformacion.tv

Y que nos encontramos en el hotel, que hablamos, que pensamos planes, que le pedimos direcciones, que le pedimos fuerza, que le pedimos más ideas.

Y estaba con nosotros José. Todos en la formación, rostros conocidos de hace unas horas pero ya como de siempre, y Alcides filmando…

Pero cuando parece la bandera y los milicianos marchan,  Meteoro vuelve a ser Santiago, Alcides tiembla con la cámara en la mano y a mi se me cae toda la estantería.

Lo pueden ver en repetidas escenas en la televisión cubana, y después en Internet.
Cómo no vamos a llorar, si en menos de un minuto se vienen a la memoria nuestras familias, nuestros afectos, nuestros sacrificios, nuestros sueños, el dolor de las cosas que no salen, las caídas de las que cuesta mucho levantarse, los anhelos de hacer todo más grande, para que alcance, para que sirva, para que llegue adonde tenga que llegar y encima de todo eso, todas las palabras que puedan caber en ese enamoramiento que tenemos de la palabra Esperanza.

Como le pusimos a nuestra web.
Esperanza.
Esperanza por que se puede pelear y ganar.
Esperanza por que un país que es la Humanidad.
Esperanza de Cuba. Por Cuba.

Y la otra actividad que quería reseñar fue la Marcha del Primero de Mayo.

No nos sorprendió en sí como hecho, cualquiera que sienta que su vida va a estar del lado de los humildes, los oprimidos, los trabajadores, conoce que significan los 1eros de Mayo en Cuba.


Pero hoy, este pequeño grupo de trabajo puede con mucha alegría contarles que vivió un 1ero de Mayo tan lleno de vida, alegría, fuerza, emoción, historia, baile, abrazos, banderas, cantos, brazos al cielo, calor, familias, viejos, jóvenes, parejitas, bebes, sombreros, carcajadas, helados, radios a la oreja, cucuruchos de maní, sonrisas que encandilan, turistas que sacan fotos y filman y filman y filman, música estridente, música revolucionaria, himnos y un millón de banderitas cubanas como cualquiera de los otros 51 Primero de Mayo.
Pero este lo tenía a Camilo junto al Che en la Plaza.

Y por que pocas veces, en la historia de las comunicaciones, se había auscultado semejante campaña llena de porquería y esperpento contra Cuba, contra La  Revolución.
Este fue nuestro 1ero de Mayo.

Cuando nos hicieron hablar en el Palacio de las Convenciones, mientras me faltaba el aire por el vértigo de estar en el mismo estrado donde hasta Fidel había hablado, mencionamos el tema de la campaña contra Cuba. Otra más.

Cuando llegamos a la Isla, una de las mayores y más violentas trifulcas mediáticas contra la Revolución estaba en marcha.

Y esta vez, el enemigo incluso hacia jugar a peones "progresistas" en su favor. Como si no bastasen los montajes, como si no bastasen los circos mediáticos, como si no bastasen los cantorcitos melódicos, como si no bastasen los blogs escritos con euros, como si no bastasen los ríos y ríos de tinta, archivos de videos y mp3, como si bastasen la ignorancia y la plata juntas, ahora también habían aparecido los "bienpensantes"...

Ese "progresismo" al que le dicen quién es su enemigo, esa "izquierda cool" que es educada y  con sus dientes perfectos, sueña con que ahora, por fin, aunque sea de la mano de la carroña, puede enseñar a Cuba, a Venezuela, a Bolivia, a quien sea, cómo se es "revolucionario", cómo se construye el socialismo, cómo se enfrenta a la maquinaria mas aceitada para destruir sueños, palomas y trenzas.

Qué lindo debe ser para esa izquierda pensar un socialismo perfecto, sin problemas, sin bloqueo, con banda ancha, con combustible, con autos japoneses, con pizza a domicilio.
Tan cómodo como pueda ser imaginar un socialismo sin enemigos.

Un socialismo sin enemigos que nos hagan estar 24 horas viviendo en trincheras, cuidando con nuestras desnudas manos la llama de la solidaridad y el cariño...

Un socialismo que sea tan perfecto que no nos haga extrañar el capitalismo.
Así piensan, así hablan los "progres" que quieren ayudar a la Revolución...
Hasta aparecieron, ¡de no creer, caray!, voces "progresistas" para enfrentar a Cuba.


Pero ahí estaba el Pueblo Cubano.
Ahí estaba ese Pueblo Patrimonio de la Humanidad, ese Pueblo que es Haitiano, Hondureño, Palestino, Angolano, Timorense.

Ese Pueblo que no duda en llorar cada terremoto, cada peste, cada brazo partido sin auxilio, cada bebé que no tiene agua, cada cuerpito que es arrasado en fósforo blanco. Ahí esta ese Pueblo que cuida mares, panes y caricias. Ese Pueblo que respira por cada ciego africano, por cada mamá centroamericana sin trabajo y con SIDA, por cada refugiado iraquí mutilado, por cada familia colombiana que se escapa de la guerra, por cada mexicano que es baleado por la migra.´

Por que hay un Pueblo que nos une, y nos piensa, y nos contiene.

Un Pueblo que cuida los colores y las sonrisas y los cuentos de buenas noches frente a los ocres y grises de las bombas, el petróleo ardiendo en medio de llantos y el crepitar de museos saqueados.

Por que ese Pueblo hace libros, mientras la Nada y el Horror los queman.

Por que en ese Pueblo estamos todos nosotros, los de acá también, hasta los que tienen un corazón tan pequeño que no pueden ver la grandeza de un niño sano yendo a la escuela.

Recuerdo una tarde en el ICAP de Bayamo, donde su directora Noemí Barrantes; una persona tan bella como el compromiso que contagia, nos contaba que en una reunión de trabajo al más alto nivel (ella estaba en ese momento en el sector de salud) en un momento muy critico del Periodo Especial, había una reunión donde el país tenia que decidir que compraba, o leche o penicilina.

¿Ustedes pueden nombrar algún dirigente o jefe de estado o diputado o concejal o lo que sea, en nuestros países, que tenga el talento, la audacia, la inteligencia para capear una decisión así?

No puedo evitar escribirlo: así es Cuba, carajo. Así son esos dirigentes, así es ese Pueblo.
Ahí estaba, ese Pueblo que a cada "oscuro rincón del mundo" manda médicos y maestros.
Ahí, en medio de la marea de muerte, saqueo y desolación que rodean nuestros países, nuestras tierras, ahí, nosotros tres pudimos ver las Montañas de Luz, esos Faros que en medio de la desesperación, el individualismo y el canibalismo consumista, nos ayudan a llegar a Tierra.

Por eso siempre que llegas a Cuba, te sentís esperado.

Eso vimos el 1ero de Mayo, eso vimos esos 12, 14, mil días, que estuvimos, junto al ICAP, llegando al Turquino, recorriendo el Moncada, visitando los Mausoleos del Che, Martí y la escuelita de Santo Domingo, con los familiares de los 5 Héroes, con Renecito, con Irmita, con Tonito, con Laura, con Ailí, con Adriana, con Olga, con Elizabeth, con Magaly, con Irma.
Todos empeñados en inflar de alegría, pasión y cojones cada paso que dábamos, que teníamos que aprender a dar.

Por eso nuestra inmensa Sandra Rodríguez nos dio ESA bandera, que pinto Federico Cippitelli. Por que ella, digna y fuerte, tomo como propio el reclamo por Los 5. Y para nosotros, el poder quedarnos con la imagen de cada una de las mamás, hijas y esposas de los 5 Héroes, con la imagen brillante, limpia y llena de música de nuestro Maestro Carlos, el de la Cuenca 15, el de los barrios donde no hay cloacas, ese Maestro ya esta en el pecho de Cuba.



Por eso nuestro aporte es y será: Por Fuentealba, Por los 5

Por que los 5 van a volver, como los asesinos del Maestro y los que mandaron a los asesinos del Maestro tienen que estar presos.

Sandra y Olga, Sandra y Adriana, Sandra y Elizabeth, Sandra y Aili, Irmita, Laurita.
Sandra y Los 5.


Esa bandera, que llevamos a la Plaza de La Revolución, que subimos al Turquino, que fue a las escuelitas allá en la Sierra Maestra, hoy esa bandera se quedo en la sede de nuestra casa en Cuba, en el ICAP.

¿Dónde va a estar mejor esa bandera tan patagónica, tan argentina, tan sudamericana, tan llena de mariposas, sol y solidaridad que no sea la casa donde se juntan la mistad con los Pueblos del Mundo?

¿Dónde va estar mejor la bandera que subió al Aconcagua, que una calurosa tarde del 21 de diciembre salió desde Neuquen, recorrió la cordillera argentina, y llegó al Turquino? Sólo el Museo de La Batalla de Las Ideas puede contener esa bandera. Ahí se quedo entonces, ahí la podes ver si algún día pasas por legendaria ciudad de Cárdenas. Se hizo para estar ahí, aunque no lo sabíamos hasta que Olga Salanueva nos lo dijo.

Decía Luisito Brea, un bastión de amistad que estuvo junto a nosotros en el viaje, que Cuba nos ponía en la obligación de ser mejores personas.

Y de un abrazo en la fría madrugada en Ezeiza cuando Argentina nos recibió el 13 de mayo, mientras nos despedíamos, me dijo: " Vas a ver que vamos a ser mejores tipos. Vas a ver..."

Nos ponían Gerardo, Rene, Ramon, Antonio y Fernando en senda.

Nos ponían sus familias en esa senda...


La escuelita de Santo Domingo, que conocimos antes de subir al Turquino... con sus aulas llenas de América Libre, con sus moncadistas y sus camilistas, con sus lápices de colores y su futuro sin trabajo infantil, sin polio, sin dengue, sin panzas hinchadas de hambre, esa escuelita, que es entonces la escuela más grande del mundo para nosotros, nos pone en esa senda.

¿Cómo vamos a quedar ilesos de esa alegría, de esa mirada, de esa siembra?

Recorrer la Sierra Maestra, donde ese Hombre con asma caminó y no se rindió y creció y se hizo lluvia para todas las Sierras Maestras. Las que están en el mundo, las que están en Latinoamérica, las que tenemos en nuestras vidas.


Llegar al Turquino, junto a Anita y Anahi, esas cubanas que nacieron en Perú y Argentina y que son doctoras que ya salen de la ELAM, junto a Santiago y Alcides, junto a Basilio Gutiérrez, a Armando Guerra, y la entrañable Yarisleidis Medina, se ha transformado no en un recuerdo turístico, no en una "aventura". Fue una graduación.

Conocer la Sierra Maestra, llegar al Turquino (no sin sufrir los limites físicos y emotivos), con la bandera de nuestro, más que nunca nuestro, Carlos Fuentealba, llevarla a lo más alto de Cuba, para que este ahí donde esta Martí, donde juró Fidel que todo esto era para siempre, por que iba la vida en ello…

A todo o nada.


Ese lugar donde levantaron sus vidas Raúl, Camilo, Celia y tantos otros que hemos leído y escuchado.

Llegamos a ese Turquino entonces.
Nos dejaron "graduarnos" en ese Turquino.


No había desafíos deportivos ni metas infantiles, tan normales en la competencia de egos.
Cuando llegamos al Turquino, fue para conocernos a nosotros.
Buscando ahí, en la historia de la dignidad y la rebeldía.

Cuba nos esperaba.

Cuando más solos acá en nuestros trabajos, en nuestras luchas cotidianas, en el acoso laboral y la incertidumbre en la que nos arroja la posibilidad de vernos marginados por defender y difundir y sostener una Idea, Cuba nos esperaba.

Llevamos a Carlos Fuentealba, como llevamos a Los 5

Llevó la bandera Santiago, a quien tuve el privilegio de conocer hace 18 años, entendí, ya en Cuba, por qué era el que había llegado hasta ahí.


Por que no se rinde. Por que no falla. Por que la madera de la que esta hecha su soberanía como compañero, como hermano, como trabajador, es la madera del desinterés y entrega ante el compromiso que lo requiera.


Es tan alta su hombría y falta de individualismo que incluso hasta siente un pudor gigantesco cada vez que lo nombran como lo nombran las mamás de René y de Fernando; cuando le dicen "el Héroe de los 5 Héroes".

Nada le costo a Santiago -Meteoro también para los cubanos- animarse a llevar la bandera con el logo que dibujó Gerardo y que hoy es patrimonio de los luchadores sociales de todo el planeta.

Incluso cuando Moisés Pérez, el corresponsal de Prensa Latina en Argentina que en una visita a Neuquén, le dio forma a la idea DE subir al Aconcagua, fue a Meteoro al primero que le conté.

Meteoro, así como lo demostró en el Aconcagua, como lo demostró en el Turquino, como lo demuestra todos los días que trabajo con él, esa tarde también dio un paso adelante.

Llevó la bandera Alcides, a quien pude conocer sólo gracias al Aconcagua, gracias a los 5, gracias a Cuba. Alcides, quien en su plenitud treintañera, encontró una bisagra en su vida, en sus cosas, en sus palabras. Y es en ese momento, donde esa decisión fue entender que las cosas que sirven y que construyen, son las que se comparten. Y esas decisiones que tomo Alcides fueron las que le empujaron las piernas cuando con 28 grados bajo cero con la campera sin cierre, ya no había nada racional por que subir.

Y Alcides, me demostró por qué su amistad, humildad y eterna sonrisa son las que se funden con ese enamoramiento con la causa de los pobres de la Tierra, son esa "irracionalidad" que lo lleva a conocer y enraizarse con Los 5, con Cuba.

Por eso, él no se bajo del Aconcagua. Por eso el "Negro" decidió que su lugar estaba ahí.
En el Techo de América, pero por Cuba.


También hubo un gran trabajador por la Brigada del Aconcagua, que no pudo viajar a Cuba, pero que es el recurso humano indispensable para que el reclamo se haya dado a conocer.
Aldo Bonavitta nos demostró a todos lo que es sacrificio y compromiso, cuando pudiendo estar en su casa con su familia y sus hijitas como le corresponde y como se lo merece, él se fue a pasar fin de año solo, en medio del campamento base para tener noticias de cómo iba todo y para que pudiéramos informarlo a través de la prensa cubana y mundial.

Él, que es poco afecto a hablar en público, con sus gestos de paciencia y timidez clásica de quien piensa primero en los demás, él fue la voz de la Expedición y envió un saludo que llegó a toda la Isla por el aniversario 52 de la Revolución. ´

Cada vez que entres a la web de Prensa Latina, en la parte de exclusivos, ahí vas a encontrar el saludo de los alpinistas del Aconcagua a la Revolución. Así de honesto y desinteresado es Aldo.

Santiago y Alcides no subieron para mostrar un logo de marca deportiva, o de un supermercado. Ellos subieron para que se conozca un poco mas de como 5 luchadores, 5 padres, 5 esposos, 5 hijos, están desde hace 12 años encerrados sin pruebas.
12 años. Yo estuve unos días sin ver a mi esposa y a mi bebé. Y estaba loco.

¡Qué entereza de humanidad tienen Gerardo, Antonio, Rene, Ramón y Fernando que no se arrodillaron, que no los ha vencido el dolor y la soledad, que no los deshace la tristeza!
12 años sin pruebas.

Tal vez, para los enemigos de Cuba (que son nuestros enemigos también, a no confundirse) las pruebas sean la dignidad y la belleza de las causas justas.

Santiago y Alcides también han entendido y elevado, mas no sea casi 7 000 metros, un poco de esas causas justas.

Santiago y Alcides, quienes jamás (puedo jurarlo) los invade el desánimo o el cansancio, me permitieron conocer el Turquino con ellos.
Solamente así valía la pena. Solamente con ese nivel de compañerismo, alegría y entrega, puedo decir orgulloso que así se conoce Cuba.
Siempre quedara en nuestras vidas haber caminado donde caminaba el Che, haciéndolo al lado de mis hermanos Alcides y Santiago.
¡Quñe afortunado soy de hablarles de ellos! ¡Y qué honrado estoy de que me hayan invitado!
Considero que, este camino que estamos haciendo, también nos acerca a muchas de nuestras raíces.

Así como pudimos un día conocer a Atilio Borón, quien fue quien pensó que debía haber otra bandera que diga en inglés y en castellano "OBAMA LARGA YA A LOS 5",

El doctor Atilio Borón,  quien nos homenajea con su humildad, como solo un maestro de las clases trabajadores, como un amigo de los pueblos que luchan, nos honró un 12 de enero cuando (Alcides y Santiago ya me habían enviado las dos fotos que hoy recorren la red) en un mensaje de voz en mi celular dijo: "Hola Pablo, habla Atilio: Sólo para contarte que el Comandante tiene las fotos, se las envié, ya tiene todo"


Ya para nosotros, que devoramos todo lo que escribe el Dr. Borón, que el nos trate de igual a igual es muy fuerte, ¡imagínense como quedamos, yo en Neuquén, Alcides y Santiago llegando de Mendoza, cuando nos contamos esa noticia!. También es bueno contarles cómo se contagia el apasionamiento en cualquier parte, desde los guardaparques del Aconcagua, hasta los amigos que pusieron todo a disposición para que nada le faltara a la expedición.
Como es el caso de Fede Coniglione y su familia, allá en la linda Mendoza, cuando a la ida y a la vuelta, ofreció su casa, su humanidad y sus recursos para que a Santiago y Alcides el cansancio y el sueño solo les fueran una anécdota.

Y allá en Cuba, el talento de esa hermana que supimos conocer, Omara García.
Omarita para nosotros, que documentó en fotos y videos todo el viaje y con ese gesto tan cubano, nos regaló su trabajo. Entre otras cosas, sin eso hubiera sido imposible realizar el documental tanto para la televisión. De todas maneras, ni todos los documentales del mundo valen la amistad de Omara.


De alguna manera, también esto es por Fidel.

Siempre vamos a intentar estar cerca de alguien que ha empujado la Historia y se puso del lado de éste nuestro Tercer Mundo. Siempre vamos a estar todo lo que nos dejen del lado de alguien que pelea por que haya más médicos que tanques, por que haya más escuelas que cabarets y casinos. Fidel nos inspira y nos empoderó que sí importan la ética, la verdad y las cosas buenas.

Nosotros, queremos que se sepa, queremos estar del lado donde este Fidel.

Quería finalizar con una valoración sobre las cosas que se pueden hacer (o se dejan  de hacer) por Los 5 o por Cuba.

Cuba nos enseña que la mejor solidaridad con Cuba es pelear por nuestros países.
Todo lo que hacemos por Cuba, es por el profundo amor que le tenemos a nuestra Patria, a nuestro Pueblo.


Somos (o intentamos serlo) profundamente internacionalistas por que queremos a nuestro País.

¿Por qué escribo esto? Por que entonces, tal vez, las coquetas Damas de Blanco tendrán alguien que suba el Everest por ellas, la tal Yoani Sánchez lograra que Juanes le componga una canción, el profesional Fariñas tendrá su biopic. Tal vez.

Pero todo eso, TODO, se hará por dinero.


Esos andinistas, esos músicos, esos cineastas, esos escritores, esos internautas, hacen lo que hacen contra Cuba pero sólo si hay dinero.

Algo querrá decir.

Y pensaba en la cantidad de veces que Cuba vence a los huracanes y ciclones.
Estoy seguro que a nadie le preguntan qué piensa de la Revolución cuando se dirigen a algún centro de evacuación.


Algo querrá decir.

Ahí, donde estén las cosas que Cuba representa, ahí queremos estar.
Hermanos de los hombres, de las mujeres, ahí queremos estar. Llenos de Humanidad.
Si estas peleando por que Olga y Adriana puedan ver a Gerardo y a René, si estas peleando por que Los 5 vuelvan, estamos juntos.

Contá con nosotros.

El ICAP nos dio el pasaporte de ciudadanos de la Patria Grande.

Acá en Argentina, hay una canción que dice que si se calla el cantor, se calla la vida.
Con todo lo que Cuba nos enseño y compartió, nosotros te decimos que si alguien se calla, será el cantor, por que a nosotros, nos sobra aguante.

Con afecto.
Pablo Fernández
Brigada Aconcagua


Neuquén, Argentina
Junio 2010



Foto inicial RCBáez

Slider cortesía FOTOS AIN_Omara GARCIA MEDEROS

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