martes, 17 de marzo de 2009

Golpear con un solo puño

Por Marta Speroni

“Lo peor que puede pasarle a alguien dentro del sistema de justicia norteamericano es estar solo. La solidaridad es necesaria no para intimidar a la Corte sino para indicar que el mundo está vigilando y que la ley debe cumplirse”. Leonard Weinglass, abogado estadounidense del equipo de la Defensa de los Cinco Cubanos.

Después del tramposo juicio que se realizó en Miami, y las condenas acordes con él, los miembros de la solidaridad con Cuba no imaginaron, seguramente, que se iniciaba un largo camino en donde las primeras voces emergentes irían levantando, con el esfuerzo que implica romper un muro de silencio alrededor del caso, miles de otras voces en todas partes del mundo al cabo de estos últimos años.

Se trata de una maniobra bien diseñada que coincide con la política de las sucesivas administraciones de EE.UU.: amordazar todo lo relacionado con Cuba, en cuanto a logros y expresiones a favor. ¡Cómo iban a permitir se hiciera pública la verdad sobre cinco prisioneros que lo único que habían hecho era vigilar a las pandillas de cubano-americanos, los crápulas que huyeran a Miami con sus alforjas llenas luego de la Revolución del 59! Los mismos que han sido, desde entonces, la mano ejecutora de la Casa Blanca y pusieran todo el empeño en tratar de derrocar al gobierno de Cuba mediante ataques que la cubrieron de sangre y dolor al convertir 5000 de sus hijos en muertos o discapacitados.

Detenidos en setiembre de 1998, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González Llort y René González Sehwerert habían sido enviados por el gobierno cubano para vigilar a las bandas de Miami y enviar información a su patria que estas pandillas hacían pública con la impunidad que caracteriza a los que están amparados por el poder. Los Cinco evitaron acciones violentas, las cuales se habían incrementado en la década del 90. Por este proceder, con entrega total de los Héroes y sin arma alguna, el politólogo estadounidense James Petras había lanzado la propuesta, en 2004, de que ellos fuesen nominados al Nobel de la Paz por su contribución a la misma, ya que salvaron 170 vidas, hecho que está documentado.
En definitiva, según las condenas impuestas, los Cinco estarían presos, algunos por el resto de sus vidas, por comunicar a su gobierno las agresiones planeadas y financiadas por el imperio desde su territorio. El mismo terrorismo de Estado que se globalizó con el Cóndor, dado equivocadamente por muerto por algunos “optimistas”.

La verdadera historia de los Cinco Cubanos, acallada en los EE.UU. y los países cómplices con sus medios bien pagados desde cada una de las embajadas yankis, fue surgiendo por la razón de la verdad y los que supieron enarbolarla mediante campañas que han convertido el caso en un reclamo mundial encabezado por 9 premios Nobel, más de 1000 parlamentarios del mundo, juristas, sindicatos, artistas, intelectuales, estudiantes, músicos, religiosos de distintos credos y cientos de organizaciones diversas.

Circula la carta abierta enviada al presidente Obama, impulsada por el Capítulo Cubano de la Red de Redes y firmada en pocos días por más de 800 intelectuales del mundo, dada la importancia de aprovechar la nueva cara que quiere mostrar el mandatario del país hasta ahora internacionalista del horror y de la muerte.

Para presionar al gobierno de los Estados Unidos, el Comité Internacional por la Libertad de los Cinco, lanzó una etapa más de la campaña, con tarjetas postales dirigidas al Presidente Obama y al Fiscal General.

Según Alicia Jrapko, organizadora en EEUU del Comité Internacional, se cumplen varios objetivos porque es una campaña coordinada donde se suman personas de todas partes del mundo por una causa en común, “las personas que deciden enviar una tarjeta, ya están sumándose a la lucha, y se sienten útiles de poder hacer algo concreto”, “y debido a que las tarjetas son abiertas, o sea, sin sobres, y van de mano en mano hasta llegar a destino, comenzando por quien la lleva al correo, el trabajador que la recibe, el cartero que la entrega, el personal de la oficina de Obama o de cualquier otra oficina de gobierno que las lee antes de entregarlas al destinatario, puede despertar el interés de personas que nunca hayan escuchado sobre los Cinco y buscar información”. “Por esa razón, se incluye la página del comité www.thecuban5.org”.

La idea de utilizar la frase “Sí se puede”, nació de la campaña electoral del entonces Senador Barack Obama que la tenía como consigna.

Hay ya 50.000 tarjetas impresas que se están distribuyendo entre personas solidarias de todo el mundo. Allí se ve la foto de los Cinco con la bandera cubana de fondo y, a la derecha, el mensaje “Si se Puede, Libertad para los Cinco Cubanos presos en los EEUU”. Abajo, un pequeño mensaje dice: "Diez Años de Injusticia" y un párrafo menciona que 5 presidentes de América Latina (Chávez, Evo, Correa, Ortega y Lula), entre otras personalidades, están demandando la libertad de los Cinco Cubanos.

Es importante que sean miles de tarjetas las que lleguen a las oficinas del Presidente y del Fiscal General, pidiéndoles que indaguen sobre el caso de los Cinco, y que los liberen inmediatamente. También se les informa de las negativas de visas por parte del gobierno de EEUU a Olga Salanueva y Adriana Pérez para visitar a sus esposos encarcelados desde hace 10 años, dice Alicia Jrapko.

Esta cruzada internacional es muy trascendente y necesaria, porque el caso acaba de ser presentado a la Corte Suprema de EEUU.

Para participar en la campaña de envío de tarjetas, sólo se debe escribir un correo electrónico a info@thecuban5.org para saber cómo obtenerlas en cada país. De esa manera, crecerá la presión de los pueblos, y el dicho del lingüista, filósofo y activista político estadounidense Noam Chomsky: “La situación con los Cinco es un escándalo tal, que es difícil hablar de ella”, dejará de tener sentido, y se revertirá la situación para lograr la libertad de los Cinco ya.

http://www.icap.cu/sitioheroes/16-3-09martasperonni.html

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