Cinco héroes antiterroristas cubanos continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos: estos son los jóvenes Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Lavañino Salazar, y René González Sehwerert. Los condenan por haberse infiltrado en los grupos de asesinos y terroristas de origen cubano con base en la florida y que desde hace 50 años, agreden a Cuba en las más variadas formas, ocasionando cuantiosas pérdidas humanas y materiales. Esos grupos terroristas son los mismos que financian y apoyan a criminales confesos como Orlando Bosch, Luis Posada Carriles, Santiago Álvarez y otros connotados delincuentes internacionales, residentes actualmente en
Nuestros cinco jóvenes antiterroristas, han sido declarados héroes de
Las manipulación hechas por el anterior gobierno de George W. Bush, revelan su política hostil y de doble moral con relación a Cuba, y es un indicador de su política global en la utilización del terrorismo de estado como instrumento de poder y chantaje a todo el mundo. Sobran los ejemplos para ilustrar su cinismo, pero basta recordar los argumentos utilizados en su agresión contra Afganistán, tratando de apresar a un Osama Bin Ladem que nunca encontraron y no les convino encontrar, para continuar con su guerra y controlar buena parte del negocio del opio en esa zona. O la amenaza de las armas nucleares de Irak, que nunca aparecieron, para así apoderarse del petróleo iraquí y otras riquezas de ese pueblo.
Corresponde al nuevo gobierno presidido por Barack Obama, poner fin a tanta injusticia. Pues aunque nuestros cinco compatriotas son inocentes y sólo protegían la seguridad del pueblo cubano y de ciudadanos de otros países, incluidos los propios norteamericanos, el anterior gobierno de Estados Unidos hizo todo lo posible para mantenerlos prisioneros, violando todas las leyes, incluidas las de su propio sistema jurídico. Nuestros compatriotas continúan prisioneros y privados de la mayoría de sus prerrogativas como prisioneros, entre otras los de ser visitados sistemáticamente por sus familiares. Como respuesta a todo esto las personas de buena voluntad, incluido el actual presidente norteamericano, deben alzar sus voces como ya lo han hecho miles de intelectuales de todo el mundo, incluidos premios Nóbel y destacados científicos, pidiendo juicio justo o la excarcelación de los cinco.
El futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, estará condicionada en gran medida al tratamiento o solución que se le de al caso de los cinco. Existe un precedente favorable en el caso de la devolución a Cuba del niño Elián González, en el que la opinión publica norteamericana y mundial, jugó un gran papel. El pueblo norteamericano es sabio y ya lo demostró cuando puso fin a la guerra en Vietnam y ahora pondrá fin a la de Irak.
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