Por Lisandra Romeo Matos
Tonito
evoca el cumpleaños de su padre aquel 16 de octubre de 2011 en una
prisión de mediana seguridad de Florence, Colorado, en Estados Unidos.
Ese día en que, inexplicablemente, lo dejaron abrazarle y obsequiarle
un cake improvisado sobre un tablero de juegos con las confituras de las
máquinas expendedoras del lugar.
Recuerda también que aquella primera visita de Gabriel, su hermano
menor -que cumple años el mismo día-, se convirtió en un momento
emocionante, inolvidable, de los pocos que ha podido tener junto a su
papá desde hace 16 años.
El primogénito del Héroe de la República de Cuba, Antonio Guerrero
Rodríguez (Tony), sabe que este 16 de octubre tendrá que conformarse con
una llamada telefónica para desearle “felices” 56 a su padre y
trasmitirle el abrazo cálido, aunque sea a través de la voz.
“Le diré, también a nombre de mi hermano, que lo queremos mucho y
siempre estaremos con él, porque nuestros corazones laten con su
pensamiento”, afirma Tonito, quien conserva las memorias de su infancia
al lado de su papá en Santiago de Cuba.
Y es que el apego de padre e hijo ha sido entrañable, “hacemos un
complemento perfecto porque, aunque lejos, siempre estamos pendientes el
uno del otro mediante las vías existentes”, aseveró Tonito.
Hasta por las materias de la universidad indagaba Tony, quien se
estudió un libro de Matemáticas, en inglés, para explicarle las
integrales y derivadas a su hijo en sus visitas a prisión o a través de
la correspondencia, que en ocasiones se convirtieron en verdaderos
repasos.
Es impresionante su manera de aprender las cosas, cómo se ha superado
en todo este tiempo tras las rejas y perfeccionado sus técnicas
ajedrecísticas, literarias y plásticas, confiesa orgulloso de su padre.
Todo eso nos deja una enseñanza, no importa en qué situación te
enfrentes en la vida, a veces es más importante saber encontrar el punto
positivo y la fe en que todo se va a solucionar, dice Tonito.
Y es que todos los días aprende una lección de vida y de honestidad
inculcada por ese patriota, quien guarda injusta sentencia, junto a
Gerardo Hernández y Ramón Labañino, por defender a su Patria de acciones
violentas fraguadas por grupos terroristas radicados en Miami.
Para Tonito permanece intacta la añoranza de tenerlo de regreso en Cuba
el próximo cumpleaños; sin embargo, no será hasta el 2017 que cumpla su
sentencia en prisión y comience el periodo de cinco años de “libertad
supervisada” en suelo estadounidense, por ser ciudadano de ese país.
Si 16 años ya son demasiados para estar separado de la familia, el 2022
es una fecha muy lejana para Mirta, su madre de 82 años, quien se
mantiene firme, aun cuando sabe que el tiempo es implacable.
Pero Tonito confía. Imagina a la familia reunida en torno a la mesa,
compartiendo una cena especial o un cake de verdad; visualiza a su papá
agradeciendo a la multitud de cubanos y amigos de la solidaridad, tal y
como lo hacen René González y Fernando González, quienes regresaron a la
Patria después de cumplir íntegramente las arbitrarias sentencias que
se les impusieron.
Tiene la certeza que, este 16 de octubre, no solo su abuela Mirta
cantará las Felicidades a su hijo, también lo hará la gran familia de
Tony: el pueblo cubano y la solidaridad mundial.
Fuente AIN
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