Por Alberto Más
Antonio
Guerrero, Tony, (uno de Los Cinco luchadores cubanos contra el
terrorismo que se encuentra purgando una condena a 21 años y 10 meses de
cárcel, junto a Ramón Labañino, 30 años y Gerardo Hernandez, dos
cadenas perpetuas más 15 años, René González y Fernando González, ya
liberados al cumplir sus condenas), es un eximio practicante del juego
ciencia del ajedrez.
Tony
aprendió a jugar ajedrez cuando niño, a los 10 u 11 años, en el barrio y
en la escuela, sin un gran profesor que lo formara. Nos contó que
estando en prisión, allí por el año 2004 se metió de lleno a estudiar
algunos libros específicos, y que hace dos años se conectó con el
Presidente de la Federación Cubana de Ajedrez, Silvino García Martínez,
quien fuera el primer Gran Maestro de ajedrez de Cuba tras el triunfo
de la Revolución.
Es
precisamente García quien orientó a Tony para que profundizara sus
estudios, ya en marcha su formación, se vinculó con el Maestro
Internacional Lázaro Antonio Bueno Perez, manteniendo con él una
permanente comunicación, de ella surge la iniciativa de escribir un
libro sobre ajedrez, con la directa apoyatura de Lázaro, libro que ya
está en marcha y será titulado “Ajedrez hacia la luz”.
Antonio
afirma que aunque no ganara ningún torneo ni obtenido premios, el
ajedrez le ha permitido lograr muchas amistades, una de ellas es
precisamente el Gran Maestro Lázaro Bruzon, nacido en Holguín, campeón
nacional juvenil en el año 1998 y que actualmente ocupa el lugar 59 en
el ranking mundial de los mejores 100 ajedrecistas.
Algunas
partidas realizadas por Tony desde la prisión han tomado estado público
en Cuba, como la llevada a cabo con Jorgito, joven que lleva adelante
el blog Jorgito por Cuba
y es estudiante de derecho en la Universidad de Camaguey. Al finalizar
la partida le escribió a Jorgito: “Mira, con jugadores mucho más
débiles que tú no sigo una partida que está perdida como esta, así que
DECLINO MI REY Y TE DECLARO VENCEDOR... Así que TE FELICITO y
doblemente, porque paralelo a este feliz encuentro ajedrecístico, has
desarrollado tus estudios universitarios y un sin fin de tareas más.”
Otra
de las partidas fue la jugada a iniciativa de la Cátedra Honorífica de
Ajedrez de la Universidad Ciencias Informáticas, que terminó en tablas
al llegar a la jugada 29.
Hoy
Antonio está llevando adelante una partida con un equipo de argentinos y
cubanos residentes en Argentina, CUBARG, como se han denominado, lo
conforman Liliana Suárez Márquez, cubana, representante de la empresa
Labiofam en Argentina, Ariel Sebastián Elger, argentino, profesor de
ajedrez de escuela a nivel primaria, Campeón Nacional Argentino Sub 12
(1996) y miembro del Comité Central de la FJC, Jorge Risquet Valdés
Jiménez, cubano, Consejero Comercial y Económico de la Embajada de Cuba,
contando con el apoyo de Beatriz Parra González, cubana, 2° Secretaria
de la Embajada, Encargada de Prensa y Alberto Más, argentino,
fotoperiodista, miembro del Club Argentino de Periodistas Amigos de Cuba
(CAPAC) y del Comité Argentino por la Libertad de los Cinco.
El
equipo propuso que ésta partida se desarrolle en honor del joven
ajedrecista Gustavo Bruzzone, argentino, nacido en la Provincia de Santa
Fe y uno de los deportistas desaparecidos por la genocida dictadura
cívico-militar que asoló la Argentina del año 1976 a 1983, cuando
contaba con solo 22 años, un 19 de marzo de 1977.
Gustavo
Bruzzone era ajedrecista, estudiante y militante revolucionario. En
enero de 1972 (a los 17 años) había ganado ya el torneo de juveniles,
representando a la Federación Santafesina. Era una gran promesa del
ajedrez, fue designado profesor de ajedrez por el Ministerio de
Educación en la Escuela General San Martín, donde había cursado la
escuela primaria.
Fue
un alumno destacado en la escuela secundaria Domingo G. Silva de la
ciudad de Santa Fe, uno de los mejores promedios, e integraba el
Movimiento de Acción Secundaria (MAS), ingresó a la Facultad de
Ingeniería Química y se incorporó a la JUP (Juventud Universitaria
Peronista). Sus compañeros recuerdan su trabajo social al salir de los
cursos en los barrios de Santa Fe. Fue un trabajador de diversos
oficios, fue pintor de paredes y portuario.
Tony
no dudó en aceptar que la partida lleve el nombre del joven
ajedrecista, militante político y social, cuyos restos fueron
recientemente identificados en un cementerio de la ciudad de Rosario.
De
Cuba a la Argentina, del Che a Antonio Guerrero, el ajedrez nos une
también, el ajedrez liberador que mantiene a Tony con su mente fuera de
los muros, como lo estará cuando éste verdadero clamor que recorre el
mundo exigiendo conmutar su pena y la de Gerardo y Ramón logre
llevarlos de regreso a su Patria.
Publicado en Cubainformación, donde tienen más fotos para compartir
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